Alexa López / Cascaraamarga.es
Según ha apuntado el Papa recientemente, la unión entre dos personas del mismo sexo "Es una ofensa contra la verdad de la persona humana" y "una grave herida infligida a la justicia y a la paz". Pero dentro de la propia iglesia católica, en una parroquia de la periferia de Florencia, existe un sacerdote que desafía abiertamente estas afirmaciones.
El "cura rebelde" se llama Alessandro Santoro y no tiene problemas en dar la comunión a parejas gais que se han casado civilmente, ni a lesbianas embarazadas mediante la inseminación artificial. Pero su labor y cooperación con el colectivo LGTB no termina ahí, los cursillos prematrimoniales que imparte en su parroquia, también están abiertos a aquellas parejas homosexuales que quieren iniciar una vida juntos, siguiendo las creencias católicas.
El padre Santoro no se oculta, y no duda en levantar el dedo contra la posición de la iglesia respecto a la homosexualidad, y además advierte: "Deberían dejar de considerar como verdades absolutas cuestiones que posteriormente tendrán que admitir como errores, como ya ha ocurrido en el pasado".
En el año 2009 fue suspendido como sacerdote durante seis meses por haber casado a una mujer transexual y a su pareja, quienes por aquel entonces llevaban ya 26 años casados civilmente.
Ahora, Santoro ha bautizado a los hijos de Luciano y David una pareja italiana que han concebido dos niños en Estados Unidos mediante un vientre de alquiler, según ha declarado el padre Santoro "No debe haber nada extraño en esto, es sólo el bautizo de dos niños, nada más" y así es cómo debería ser.
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