martes, 20 de noviembre de 2012

Proyecto LGBT cubano denuncia acoso policial al colectivo y cierre de locales en La Habana

El coordinador del Proyecto Shui Tuix, Navid Fernández Cabrera, denuncia que en la capital de la Isla se “está regresando a la era de la prohibición”, cuando el colectivo debía celebrar sus fiestas en viviendas de manera clandestina, y se pregunta dónde está Mariela Castro.

CE, Madrid

El proyecto cubano Shui Tuix denunció el pasado domingo el acoso que sufren los miembros de la Comunidad de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales (LGBT) por parte de las autoridades policiales de La Habana, así como el cierre de un grupo locales nocturnos que los acogían.

En su sitio digital, esta plataforma de integración de esa comunidad en Cuba, ironiza sobre lo sucedido, “una gran victoria de las corrientes homofóbicas de la capital de Cuba”, y se pregunta dónde está Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).

Según la información, diversos centros nocturnos han sufrido “reparaciones” que han dejado sin sede a las actividades del colectivo LGBT en esa ciudad. Otros proyectos sencillamente han sido “trasladados” a locales “con condiciones precarias”.

Entre los casos citados, Shui Tuix menciona el Café Cantante, que tras “reparación capital dejó” al “Divino” —anunciado en la página ociogay.com— el pasado mes de junio como “la fiesta más espectacular” del colectivo, sin su sede habitual.

También “limitaciones” del Círculo Social José Antonio Echevarría propiciaron, primero, el cambio de nombre de otra iniciativa, el Proyecto Ibiza, y luego su traslado hacia El Colmado, en Centro Habana, “sitio con condiciones precarias”, mientras que a un tercero, La Mamba, que funcionaba los viernes en el mismo centro, “le prohibieron su apertura”.

Respecto a otros sitios de encuentro de la Comunidad LGBT, Shui Tuix subraya que las autoridades intentan evitar la reuión de integrantes del colectivo utilizando diversas estrategias.

Señala como ejemplo la gran concentración de agentes policiales y la colocación de gran número de luminarias tras la remodelación de “la muy conocida tendedera”, ubicada frente al Capitolio en la Habana Vieja.

Asimismo, en el Parque Central, a un costado del Cine Pairet, la policía está solicitando documentación de identificación a los transeúntes más jóvenes “por el simple hecho de estar en esa zona turística y ser categorizados de jineteros”.

También denuncia que “los abusos de las autoridades” son habituales en el único sitio donde el Gobierno cubano no ha logrado eliminar la concentración de la Comunidad LGBT habanera, la cafetería Infanta, conocida popularmente como el Bin Bon.

Shui Tuix advierte que en la capital de la Isla se “está regresando a la era de la prohibición”, cuando el colectivo debía celebrar sus fiestas en viviendas de manera clandestina.

“¿Dónde está Mariela Castro?, ¿dónde está el tan mencionado CENESEX?, ¿qué están haciendo las instituciones estatales creadas para defender los derechos de los LGBT en Cuba? Al parecer estamos dando el primer paso atrás”, concluye la nota de la plataforma.

Un año luchando contra la homofobia

El proyecto Shui Tuix celebrará el próximo diciembre su primer aniversario, según informó su fundador y coordinador, Navid Fernández Cabrera, quien se viera obligado el año pasado a renunciar a su puesto de profesor en la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) por “presunto acoso homofóbico”, según divulgó en su momento el blog Paquitoeldecuba, donde se publicó además la carta de dimisión del activista.

Si bien Cuba, señala Fernández Cabrera en mensaje a CUBAENCUENTRO, ha experimentado cambios en su percepción de las personas LGBT, los miembros de ese colectivo todavía sufren “acciones homofóbicas por parte de las autoridades, directivos y la sociedad en general.

Es por ello, añade, que el proyecto, con motivo de su aniversario, se encuentra “inmerso en una campaña no gubernamental en contra de ese flagelo”.

Además de la celebración de la Fiesta de los Tuix, el activista anuncia la distribución de material de información contra la homofobia, con el objetivo de que “quede plasmado en todos los lugares céntricos”.

Subraya la condición de independiente del proyecto, como parte de la sociedad civil cubana y ajeno a instituciones oficialistas como el Cenesex.

Fernández Cabrera manifiesta su rechazo a que “toda la propaganda sea oficialista, cuando los proyectos fundamentales que mueven la comunidad LGBT en Cuba son no institucionales”.

El proyecto Shui Tuix, que forma parte de la Plataforma LGBT en Cuba, realizará un grupo de acciones comunitarias en función de la integración de esa comunidad.

La Fiesta Tuix reunió hace ya dos años y de forma masiva a la comunidad gay universitaria en la capital, “con el afán de conocerse e intercambiar ideas” y a fin de ofrecer opciones recreativas que no existían en el país, según informa el proyecto en su sitio digital.

En poco tiempo, añade, aglutinó a universitarios de Universidad de la Habana (UH), la de las Ciencias Informáticas(UCI), y la Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría (CUJAE).

Los asistentes han promovido la creación del proyecto Shui Tuix como espacio para fomentar el intercambio entre los miembros del colectivo en La Habana, que carecen de acceso a Internet, y el exterior.

Asimismo, realizan campañas informativas para prevenir las enfermedades de transmisión sexual y sobre todo luchar contra la propagación del Sida.

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