La fiesta esperaba congregar un millón de personas, además, los organizadores aseguraron que la marcha era un “acto político” contra la homofobia.
Río de Janeiro • Miles de personas llenaron este domingo la avenida que bordea la popular playa de Copacabana para participar de la parada gay de Río de Janeiro, un evento que según sus organizadores es un "acto político" para exigir respeto a sus derechos y la criminalización de la homofobia.
Entrada la tarde, unos 15 camiones, decorados con los colores del arco iris y tocando música electrónica a todo volumen, marcaba la pauta de esta fiesta que esperaba congregar a un millón de personas.
"La mayor parte del año, la población LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, trasvestis y transexuales) vive dentro del clóset, escondida, alejada de muchos derechos. Este es el momento de hablar, sí existimos. Aún cuando estamos bailando, en una fiesta, este es un acto político", dijo Julio Moreira, presidente de la ONG Grupo Arcoíris de Ciudadanía LGBT, que organizó el evento.
El desfile tenía un ambiente de carnaval, con coloridos y curiosos disfraces, que incluían por lo general grandes plumas, alas, trajes de marinero o de policía, entre otros. La alcaldía de Rio de Janeiro montó puestos de asistencia y de capacitación y repartió 400 mil condones e información sobre salud sexual.
"Lo principal es luchar por la criminalización de la homofobia. Creo que tenemos grandes avances, pero el mundo aún es muy prejuicioso", dijo a la AFP, Ester Silveira, de 28 años, vistiendo camiseta con los colores del arco iris.